NOTA DE PRENSA:

PREVISIONES PARA LAS LEÓNIDAS 2000

Un año más la Tierra encontrará las noches del 16 al 17 y 17 al 18 de noviembre diversas cortinas densas de partículas desprendidas del cometa periódico Tempel-Tuttle. Las partículas que proceden de ese cometa siguen órbitas paralelas entre sí, por ello, los meteoros que producen a su entrada a la atmósfera aparentemente vendrán de una misma región de la constelación de Leo. Esa zona del cielo de donde proceden por perspectiva todos los meteoros de ese enjambre se denomina radiante, como se visualiza en la siguiente figura.


Los meteoroides procedentes de un mismo cometa siguen órbitas similares alrededor del Sol. Si encuentran la Tierra sus trayectorias serán prácticamente paralelas. Por ello si contemplamos los meteoros que producen desde la superficie terrestre nos parecerá que todos provienen de una misma región del cielo, denominada radiante.

Las partículas más antiguas de los enjambres suelen estar totalmente dispersas a lo largo su órbita. Sin embargo, aquellas partículas más jóvenes (que llevan pocos siglos orbitando alrededor del Sol) siguen su órbita agrupadas formando los mismos filamentos que se desprenden del cometa al sublimarse los hielos que lo forman debido al calentamiento producido por la luz solar. El periodo de revolución de este cometa al Sol es de 33 años y cuando retorna al perihelio lo acompaña aquellas cortinas de partículas que todavía lo acompañan pese a que se desprendieron de él en revoluciones anteriores. Hasta hace poco no sabíamos muy bien como predecir cuando la Tierra interceptaría una de esas cortinas. Sin embargo, los modelos teóricos desarrollados por Robert Mc Naught y David Asher hace dos años han supuesto un avance sin precedentes. Estos investigadores han reconstruido la posición de las partículas desprendidas en anteriores pasos por el perihelio del cometa, realizando una magnífica predicción de la tormenta de meteoros vista en 1999. El 18 de noviembre de ese año tuvimos oportunidad de disfutar de un magnífico espectaculo de fuegos artificiales naturales. La Tierra durante algo menos de una hora atravesó una densa cortina de partículas desprendidas del cometa Tempel-Tuttle en un anterior paso por el perihelio. El cielo se llenó de estrellas fugaces, pudiendose contar hasta 100 por minuto cuando la Tierra atravesó su región más densa.

Muchos se preguntan si este espectáculo se repetirá en próximos años. La respuesta es que probablemente si, aunque este año 2000 no nos es muy favorable desde Europa, no solo por la presencia de Luna muy cercana al radiante. Se prevé que la Tierra atraviese varias "cortinas" de partículas, producidas en los pasos por el perihelio de este cometa en 1932, 1866 y 1733, aunque la geometría con que se interceptan hace que muy posiblemente este año no se alcancen más de 1000 meteoros/hora. Además las horas en que se tiene previsto interceptar esas regiones más densas del enjambre tampoco nos favorecen, produciéndose a las 8h TU (1 hora más en hora de la peninsula ibérica) del 17 de noviembre y a las 3h44 y 7h51m TU del 18 de Noviembre. Si nos fijamos, para esos horarios el Sol habrá salido ya por el horizonte en España y, por tanto, será desde América del Norte y central los lugares mejor situados. Pese a nuestra "previsible" mala fortuna en el 2000, no desesperemos pues las lluvias de meteoros podrían ser mucho más intensas en próximos años.

A pesar de todo, conviene ser conscientes que puede haber sorpresas, dado que no conocemos por completo cómo es la estructura interna de este enjambre. Por ello nuestra recomendación es observar (con las cámaras muy a mano) tres horas antes del amanecer de las noches del 17 y 18 de noviembre. Debe procurarse evitar mirar directamente a la Luna para que no deslumbre nuestros ojos ni sature las fotografías que realicemos.


La superficie de los cometas, agregados de hielo y pequeñas partículas, al ser calentada por el Sol se sublima. La energía con la que se emite el gas arrastra pequeñas partículas que forman los enjambres meteóricos, como el que es originado por el cometa P/Tempel-Tuttle. Mientras el cometa posee una velocidad orbital cercana a 42 km/s, las partículas que se desprenden lo hacen a unas velocidades relativas de 10 m/s. Imagen cortesía de la International Meteor Organization

En 1999 nuestra red fotografió impresionantes bólidos y obtuvo las órbitas de quince meteoroides, importantes para conocer en detalle la evolución orbital de esas partículas desde que se desprendieron del cometa. Más información e imágenes pueden encontrarse en nuestra página de Leónidas 1999.


La mayoría de las partículas durante la tormenta de 1999 apenas tenían una masa de una milésima de gramo. Unas pocas poseyeron una masa de pocos gramos, capaces de producir bólidos como el fotografiado por Paco Alcantara, Antonio Gutierrez y Josep M. Trigo desde varias estaciones de nuestra red entre Valencia y Castellón. La enorme presión hidrodinámica que encontró la partícula a unos 90 kms de altura hizo que se desintegrase en una espectacular explosión final. Reconstruida su trayectoria sabemos que sobrevoló las Islas Columbretes y por ello ha recibido el nombre de Bólido Columbretes


Todas aquellas personas interesadas en fotografiar la lluvia este año y aportar su granito de arena en el conocimiento de este enjambre de meteoros pueden contactar con nosotros. Para participar en los estudios que preparamos, una simple cámara reflex, un tripode y algunas horas de sueño pueden bastar para realizar un buen trabajo en nuestra Red.


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Nota de prensa preparada por: Josep M. Trigo (SPMN)