NOTA DE PRENSA:

EL METEORITO PLAINVIEW: LA HUELLA DE UNA COLISIÓN ENTRE UN ASTEROIDE Y UN COMETA.

SE ACABA DE PUBLICAR ESTE TRABAJO EN LA PRESTIGIOSA REVISTA "GEOCHIMICA ET COSMOCHIMICA ACTA".

Los Dres. Alan Rubin, Josep Ma. Trigo-Rodríguez, Takuya Kunihiro, Gregory Kallemeyn y John Wasson (Inst. Geophysics & Planetary Physics, Univ. California Los Angeles) acaban de publicar en el volumen 69, número 13 de la prestigiosa revista "Geochimica et Cosmochimica Acta" de Estados Unidos de América, un trabajo sobre la identificacion de una inclusión contenida en un meteorito (una condrita ordinaria de tipo H) posiblemente producido por la colisión con material procedente de un cometa. El trabajo titulado: "La inclusión PV1 en la brecha regolitica de la condrita-H Plainview: formacion a partir de material procedente de una condrita H3 por un posible impacto cometario" ha requerido dos años de investigaciones. Este es uno de los trabajos en los que el Dr. Josep M. Trigo se ha involucrado durante su estancia en el Centro de Astrobiologia de UCLA, con el reto de seguir aprendiendo, esta vez al unísono, sobre los objetos que le fascinan: asteroides y cometas.

UNA INCLUSIÓN RICA EN CARBONO CON UNA HISTORIA FASCINANTE.

Cuando el meteorito Plainview fue encontrado en el Condado de Hale (Texas) en 1917 ya se pudo identificar como una interesantísima brecha condrítica. Se denominan brechas a aquellos meteoritos formados por fragmentos de diferentes meteoritos. Algunas de ellas, como Plainview, proceden de la misma superficie de un asteroide pues contienen atrapados gases nobles incorporados a través del viento solar y algunos cóndrulos (primitivas esferas formadas durante los origenes del sistema solar que son caracteristicas y dan nombre a los meteoritos condríticos) contienen las trazas dejadas por partículas de alta velocidad que solo prenetran unas pocas cientos de micras en la superficie de estos cuerpos.

Una de las inclusiones de Plainview se denomina PV1 y resulta fascinante por muchos motivos. El primero de ellos es que, mientras la mayoría de condritas poseen una proporción en carbono variable entre un 1 y un 4%, PV1 contiene una enorme riqueza: ¡nada más y nada menos que un 13%! Ningún meteorito conocido posee tal profusión en carbono por lo que algún tipo de proceso enriquecedor en materia orgánica debe haber ocurrido para generarlo. Pensando que el meteorito procede de la superficie de un asteroide, justo del regolito expuesto a multiples colisiones durante millones de años, nos viene a la cabeza la posibilidad de que nos este trayendo información de la colisión con una partícula extraordinariamente rica en carbono. Tal tipo de meteoroide podría ser producido en un cometa pues, por ejemplo, los resultados de los estudios del cometa Halley realizados por la sonda Giotto sugirieron que este cometa está formado por aproximadamente un 19% en masa de carbono.


Imagen obtenida con microscopio electrónico de una sección delgada de la inclusión PV1 contenida en la condrita Plainview. Una estructura recordando una pila de escombros que no son sino cóndrulos, muchos de ellos ligeramente alterados térmicamente, se aprecia en un fondo oscuro. Ese fondo oscuro que representa un 13% en masa de la inclusión no es sino carbono en forma grafitizada y amorfa. Para explicar tales características la colisión de un cuerpo cometario con el asteroide progenitor ha sido propuesta en este trabajo de investigación.

LAS HUELLAS DE IMPACTO EN EL REGOLITO.

Las características de PV1 (tamaño de los cóndrulos, composición de elementos litofilos y composición isotópica de oxígeno) sugieren que inicialmente esta inclusión fuese una condrita H3. Sin embargo, como consecuencia del impacto la característica abundancia en Fe-Ni de ese tipo de condritas se vió reducida desde un típico 19% en masa hasta aproximadamente un ~14%. Ademas muchos condrulos aparecen ligeramente fundidos (por los bordes) y unidos entre ellos, sugiriendo un brusco calentamiento que posiblemente superó los 1100º C pero cuya intensidad y duración fue incapaz de fundir completamente los cóndrulos.

Para explicar la riqueza en carbono amorfo y las mencionadas peculiaridades de esta inclusión, el meteoroide cometario debió colisionar con un asteroide condrítico de tipo H cuya estructura básica fue de tipo "pila de escombros". Consiguientemente el proyectil quedó enterrado calentando significativamente las paredes y el fondo del crater. Dado que material poroso disipa el calor mucho más rápidamente, el calentamiento fue breve aunque intenso. Los compuestos volátiles quedaron retenidos en los poros en el material adyacente y finalmente quedando en forma de carbon grafitizado y amorfo. Con ello, este meteorito parece habernos traido valiosa información de la composición química de los cometas, ricos en carbono y con una composición isotópica (d13C) no muy diferente a las de las condritas ordinarias. Todo ello hacen de Plainview un meteorito fascinante en cuyo interior ha quedado la firma distinguible de muchos procesos labrados en él cuando formaba parte del regolito de un asteroide, incluso un legado valioso de lo que antaño posiblemente fuese materia cometaria.

EL IMPACTO DE ESTE ESTUDIO.

La revista "Geochimica et Cosmochimica Acta" es una de las revistas con mayor factor de impacto (4.5) en el campo de la Cosmoquimica como subraya el Science Citation Index. Tal repercusión en la comunidad científica de este estudio supondrá por tanto un fuerte empuje en las investigaciones que vienen realizandose sobre meteoritos desde la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos a la que pertenece Josep M. Trigo.

PARA MÁS INFORMACIÓN:

  • Acceso on-line por Science Direct al journal "Geochimica et Cosmochimica Acta", volumen 69, número 13. El trabajo se ha publicado en las pp. 3419-3430.
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    Nota de prensa preparada por la: Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos