NOTA DE PRENSA:

HISTÓRICO BÓLIDO SOBRE CENTROEUROPA

LA RED DE BÓLIDOS EUROPEA (EUROPEAN FIREBALL NETWORK) CONFIRMA LA EXISTENCIA DE ENJAMBRES DE FRAGMENTOS ASTEROIDALES.

Un impresionante bólido sorprendió a los habitantes del Oeste de Austria y del Sur de Bavaria el 6 de abril de 2002 sobre las 20h20m18s T.U. Dado el lugar de aparición en centroeuropa la infraestructura dispuesta por la European Fireball Network permitió registrar este evento con diferentes instrumentos científicos tales como cámaras all-sky, radiómetros y sensores de ultrasonidos. En total siete estaciones fotográficas registraron el bólido mediante cámaras all-sky, cinco de ellas situadas en Alemania, una en la República Checa y otra en Austria. Dada la distancia el evento fue totalmente invisible desde España.


Detalle de la imagen all-sky del bólido EN060402 obtenida desde la estación 45 de la EFN (Streiheim). Cortesía de Dieter Heinlein (German Aeronautics and Space Agency (DLR), Institute for Space Sensor Technolgy and Planetary Exploration).

LA RECONSTRUCCIÓN DE LA ÓRBITA CONDUCE A UNA SORPRESA.

El Dr. Pavel Spurný (Instituto Astronómico de Ondrejov, República Checa) ha sido el encargado del análisis astrométrico de las imágenes. La trayectoria atmosférica real fue reconstruida a partir de las diversas imágenes all-sky, mostrando que la trayectoria luminosa del bólido fue de 92 kilómetros. El comienzo tuvo lugar a una altura de 85.6 km a unos 15 km al noreste de Innsbruck (Austria), acabando a tan sólo 15.8 km de altura a unos 20 km al oeste de la localidad alemana de Garmisch-Partenkirchen. El bólido no pasó desapercibido para los habitantes de esa región pues a lo largo del recorrido sufrió brillantes fulguraciones en las que se alcanzó una magnitud de -18 (realmente impresionante pues fue intermedia entre la de la Luna Llena y el Sol).


Trayectoria del bólido aparecido sobre Bavaria, indicando la situación geográfica de las diversas estaciones fotográficas que registraron su aparición el pasado 6 de abril.

La gran profundidad de penetración de este bólido (nunca antes observada hasta la fecha) y la masa fotométrica estimada hace sospechar que cerca de 30 kg de fragmentos del cuerpo incidente (de media tonelada a la entrada en la atmósfera) hayan sobrevivido a la ablación cayendo sobre la superficie terrestre. La trayectoria calculada permite estimar el área de impacto del bólido que se encuentra sobre una superficie elongada de varios kilómetros de largo por uno de ancho situada en plenos Alpes, una región desafortunadamente muy desfavorable para promover una búsqueda de los fragmentos.


Imagen all-sky completa del bólido obtenida desde la estación 45 de la EFN. Este instrumento tiene una cámara fotográfica montada sobre un trípode que apuntada a un espejo esférico registra la imagen de la bóveda celeste. Cortesía del German Aerospace Center (DLR).

El cuerpo progenitor de este bólido incidió sobre la atmósfera a una velocidad de 20.9 km/s aunque sufrió una paulatina deceleración hasta los 4km/s observados al final de la trayectoria luminosa. Teniendo en cuenta el tiempo de aparición del bólido, determinado con precisión con los sistemas radiométricos que registraron el brillo de las intensas fulguraciones sobre el cielo, la velocidad del objeto y el origen en la bóveda celeste del bólido (el radiante) se ha determinado la órbita del cuerpo progenitor en el Sistema Solar. La sorpresa fue mayúscula cuando se encontró que éste seguía una órbita elíptica prácticamente igual a la seguida por el histórico meteorito Pribam. Este meteorito cayó en la localidad checa del mismo nombre el 7 de abril de 1959, siendo el primer meteorito recuperado a partir de modelizar la órbita en base a fotografías obtenidas desde el Observatorio de Ondrejov. La similitud entre las órbitas es tal que no hay duda de que proceden de un mismo asteroide, posiblemente desintegrado en múltiples fragmentos en alguna colisión con otro asteroide. Esta es una importante evidencia de la acertada idea del Dr. Ian Halliday sobre la presencia de auténticos enjambres de meteoritos que alcanzan la Tierra. Astronómicamente hablando, el escaso tiempo transcurrido entre la aparición de ambos bólidos permite conocer que ambos fragmentos se encontraban muy alejados en su órbita (quizás cerca de la mitad del periodo orbital) por lo que esto implica que debe haber muchos más fragmentos de ese asteroide en órbita solar. El argumento es bien sencillo, sería una suerte excepcional haber fotografiado dos fragmentos procedentes de una misma órbita desde la República Checa en sólo 43 años. Esta confirmación constituye una magnífica muestra de porqué es importante mantener operativos este tipo de Redes Fotográficas durante grandes periodos de tiempo.


Comparación de las órbitas del cuerpo progenitor del bólido Pribam y de varios meteoritos recuperados tras haber calculado su órbita diversas redes fotográficas. A esta escala la órbita del bólido aparecido sobre Bavaria es prácticamente idéntica a la del bólido Pribam.

LA IMPORTANCIA DE LA REDES DE BÓLIDOS.

Los magníficos resultados obtenidos por la Red de Bólidos Europea muestran, una vez más, la importancia del desarrollo de redes fotográficas para el registro de grandes bólidos. La llegada de meteoritos a la Tierra es totalmente imprevisible y puede producirse procedente a priori de cualquier punto del Sistema Solar, aunque mayoritariamente lo hagan desde una fuente principal: el cinturón de asteroides. Tan sólo fotografiando las trayectorias luminosas que producen al entrar en la atmósfera puede sin embargo ser reconstruida su órbita en el Sistema Solar y, de este modo, conocer su exacta procedencia.

En España hoy por hoy la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos en la que participan astrónomos profesionales y amateurs está monitorizando la actividad meteórica producida por enjambres de meteoroides producidos por cometas. Sin embargo, si se desea realizar una aportación importante en el estudio de los meteoritos que llegan desde el cinturón de asteroides será preciso instalar cámaras all-sky. La razón es que son necesarias varios cientos de horas para registrar fotográficamente un evento tan impresionante como el aquí narrado. Esto sólo está al alcance de las cámaras all-sky que registran todo el cielo y permiten ampliar la cobertura temporal durante toda la noche. El descubrimiento realizado por la Red Europea de Bólidos nos dice que estos estudios todavía deben decirnos muchas cosas sobre la dinámica de los asteroides y las posibilidades de encuentro de estos cuerpos con nuestro planeta.


PARA MÁS INFORMACIÓN:

  • Detección del bólido por Läslo Evers desde la estación de detección de ultrasonidos de Deelen (Holanda)
  • Nota de prensa (en alemán) preparada por el "German Aeronautics and Space Agency (DLR), Institute for Space Sensor Technolgy and Planetary Exploration".
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    Nota de prensa preparada por: Dr. Pavel Spurný (Ondrejov Observatory) y Josep M. Trigo (Univ. Jaume I)